La soledad elegida no supone un problema, pero la soledad no deseada sí porque que tiene consecuencias negativas para la persona que la sufre. También existen personas que viven acompañadas y, sin embargo, se sienten solas, a menudo con un sentimiento de exclusión y de falta de conexión con lo que les rodea (sociedad, entorno, familia, lugar en el que viven…). Por lo tanto, se habla de soledad como sentimiento, expresado en términos como “me siento sola, me siento solo”. Ese sentimiento de soledad es negativo para la salud física y emocional de la persona, y es susceptible de afectar a personas de todas las edades.

El sentimiento de soledad tiene mucho que ver con la valoración que las personas hacen de las relaciones que tienen y con el grado de satisfacción que les generan. Puede agudizarse cuando una persona conserva algunas relaciones, pero ha perdido las más significativas e importantes para ella. El envejecimiento de la población puede acentuar situaciones de soledad, pero existen otros factores sociales y estructurales que han contribuido a su aumento también en otros tramos de edad: cambios en el estilo de vida, sociedades más compartimentadas e individualistas, ritmos de vida más acelerados, crecimiento de las ciudades y despoblación del medio rural. Por lo tanto, la soledad no deseada es un problema social y sanitario que afecta cada vez a más personas.

Las consecuencias de la soledad no deseada en las personas mayores son cada vez más estudiadas. Puede afectar tanto a la salud física como a la salud mental y emocional de las personas. Entre las consecuencias para la salud que más comúnmente podemos encontrar, está el incremento de posibilidades de sufrir una enfermedad cardiovascular. Las personas mayores pueden sufrir en mayor medida una enfermedad cardiaca cuando se sienten solas, y también aumentan las posibilidades de que sufran otras alteraciones como la hipertensión arterial.

Es también frecuente sufrir diversas alteraciones del sueño, que pueden incluir desde dificultades para conciliar el mismo como numerosos despertares y alteraciones en el ciclo del sueño.

Categories:

Tags:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *